Ahorra en calefacción mejorando el aislamiento térmico de tu vivienda

04 Agosto, 2020

La mejora del aislamiento térmico de una vivienda tiene varias ventajas.

Apreciaremos de manera inmediata un ahorro importante en la factura de la calefacción. El edificio tendrá una menor pérdida de calor, lo que hará necesario un menor esfuerzo para mantener una temperatura confortable. A pesar de que realizar el aislamiento pueda suponer un alto coste, debemos verlo como una inversión a largo plazo. Un buen aislamiento puede suponer un ahorro de hasta el 50% en la factura de calefacción.

Otra de las ventajas, es la revalorización de las viviendas. Como bien es sabido, es obligatorio contar con un certificado de eficiencia energética en las viviendas, ya sea para su venta o alquiler. Al igual que sucede con los electrodomésticos, los edificios que cuenten con una mayor certificación serán mejor valorados.

Puntos clave a tener en cuenta

Los edificios tienen lo que se denominan puntos débiles en su aislamiento térmico.

El principal son las ventanas, siempre van a ser un punto de pérdida o entrada de calor a la vivienda. Debemos optar por unas ventanas con sistema de rotura de puente térmico, con doble cristal. Sustituir las antiguas ventanas por unas nuevas es una buena inversión.

Sistemas de aislamiento térmico

Existen diferentes sistemas de aislamiento, con diferencias en el coste, la eficiencia y tiempo de instalación.

Aislamiento interior

Es la solución más sencilla, ya que no es necesaria la instalación del costoso andamio. Si nuestra vivienda tiene más de 50 años, es posible que tenga doble tabique o tabique tambor. Para este caso existe una solución sencilla, que consiste en inyectar una espuma aislante en el interior. De este modo no se pierde espacio en el interior de la vivienda.

Si este no es tu caso, la otra solución es adherir una capa aislante a la pared y cubrirla con pladur. La desventaja es que este método suele ocupar unos 10 centímetros, haciendo más pequeñas las habitaciones.

Aislamiento exterior

El aislamiento térmico por el exterior es el más costoso, ya que, además del coste de los materiales, hay que añadir el coste del andamio. La ventaja es que no se pierde espacio en el interior de la vivienda y tendremos una fachada completamente renovada.