Depósitos de gasoil: elige material.

15 Diciembre, 2016
Depósitos de gasoil: elige material

El depósito es un elemento importante en la instalación de gasóleo para calefacción de tu hogar. Es el lugar donde se almacena el combustible que usará la caldera, y debes elegir tanto el tipo de depósito como el lugar donde lo vas a ubicar. En esta ocasión te explicamos qué materiales puedes elegir.

La normativa exige que los depósitos estén homologados para evitar así el proceso posterior de homologación. Cuando el depósito no consta de doble pared se debe adquirir un cubeto, una especie de balsa que rodea el depósito y que sirve para la recogida del combustible en caso de rotura.

Depósitos de gasoil de acero galvanizado, de polietileno o de plástico reforzado.

La diferencia fundamental entre los distintos tipos de depósitos está en el material de fabricación. Actualmente, los materiales más habituales son tres: el acero galvanizado, el polietileno de alta densidad (HDPE) y el plástico reforzado con fibra de vidrio.

El depósito de acero galvanizado puede ser de pared simple o doble, pero en todo caso es más robusto y menos manejable que el de polietileno. Aunque tiene un precio más alto, proporciona una mayor durabilidad debido a la resistencia del acero a la corrosión producida por el combustible. Este depósito tiene un recubrimiento impermeabilizante, que impide que se note el olor a gasoil y reduce al máximo las pérdidas por evaporación.

El depósito de gasoil de polietileno, el más demandado.

El depósito de polietileno es el más demandado, ya que, aunque es igualmente resistente, es más ligero y económico. Tiene una durabilidad menor que el de acero, pero mantiene las propiedades del combustible y evita que traspase el olor a gasoil. Existen también depósitos de plástico fabricados en una sola pieza muy resistente a golpes y que almacenan hasta 3.000 litros de gasóleo para calefacción, la mejor opción para una caldera pequeña o poco consumo.

Ambos son bastante ligeros y fáciles de transportar e instalar, y además no requieren mantenimiento. Y su forma compacta es ideal para economizar espacio y son la mejor solución para espacios de baja altura como sótanos o garajes. 

El depósito de plástico reforzado suele tener un precio elevado, y es menos común. Según nuestro presupuesto podremos elegir el que mejor se adapte a nosotros, pero todos ellos son materiales muy seguros. 

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