Normativa de depósitos de gasóleo: puntos calientes.

27 Enero, 2017

El gasóleo de calefacción, como todos los carburantes, es un producto que requiere un trato especial y condiciones extras de seguridad tanto en su traslado como en su depósito y utilización. Tener acumulados en algún lugar de nuestra casa decenas de litros de combustible es totalmente seguro si se cumplen las condiciones que exige la ley. Por eso mismo no está de más dar una pequeña revisión, aunque sea por encima, de los puntos clave de la normativa de los depósitos de gasóleo. Vamos con ello.

Según la capacidad del depósito de gasoil, normas distintas.

Lo primero que hay que contemplar es la legalización de las instalaciones, cuyas normas varían dependiendo de la capacidad de los depósitos. Así, los depósitos con capacidad inferior o igual a 1000 litros quedan excluidos del trámite administrativo de inscripción. Los depósitos con capacidad superior a 1.000 litros e inferior o igual a 3.000 litros no necesitan la presentación de un proyecto, pero sí la presentación de una memoria resumida. Y los depósitos superiores a 3.000 litros deberán presentar un proyecto sobre la instalación.

Por otro lado, la instalación de los depósitos tiene que cumplir varias condiciones. Para empezar, debe realizarse sobre una superficie totalmente lisa y horizontal. La normativa dice que sólo se podrán poner en el exterior cuando el fabricante certifique que el depósito está diseñado para la intemperie. Igualmente, los tanques deberán estar protegidos de los rayos UV, excepto algunos modelos fabricados expresamente para este fin.

Depósitos de gasóleo de pared sencilla y de doble pared.

Los modelos de depósito que no tengan cubeto incorporado (pared sencilla) y de hasta 1000 litros necesitan una bandeja de recogida con una capacidad como mínimo del 10% de la capacidad del tanque. A partir de 1000 litros, la capacidad tendrá que ser del 100% del depósito interior. Los modelos con cubeto incorporado (doble pared) no necesitan bandeja de recogida.

Por último, ten en cuenta las distancias entre el depósito y la caldera o cualquier otro foco de calor: debe haber un metro, aunque se puede reducir esa distancia a 0,5 metros si construyes una pequeña pared de separación.

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